Elementos para una TEORÍA DEL ENTUSIASMO

La cara oculta de RAYUELA. Por Jorge Fraga

15 de mayo de 2012

El Almotásim de Rayuela (addenda)

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(Día a día con Bhagaván. De un diario de A. Devaraja Mudaliar, Madrid, Etnos, 1995, trad. de E. Ballesteros)

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9/5/1946

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Bhagaván dijo: «Él es un pandit en el Colegio del Raja en Vizianagaram. Nadie le tomaría por un gran poeta tal. Él parece un hombre muy ordinario. Él quiere devenir alguien que pueda componer poemas improvisados sobre cualquier tema dado. Pero todo esto es sólo actividad de la mente. Cuanto más ejercita uno la mente y más éxito tiene en la composición de versos o en hacer satavadanam (prestar atención a muchas cosas al mismo tiempo) menos paz tiene uno. ¿De qué sirve adquirir tales logros si uno no adquiere paz? Pero si uno dice esto a tales gentes, no les interesa. Ellos no pueden estarse quietos. Deben estar componiendo cantos. Como solía decir Nayana: «Al adelantarse, uno puede correr cualquier distancia a cualquier velocidad, pero cuando es cuestión de volver atrás, es decir volverse hacia dentro, incluso un solo paso es difícil de dar».

«De alguna manera, a mí no me ocurre nunca que escriba ningún libro o componga poemas. Todos los cantos que he hecho, fueron hechos a petición de uno u otro en relación con algún evento particular. (…) Los únicos poemas que me vinieron espontáneamente y que me impelieron, por así decir, a componerlos, sin que nadie me apremiara a hacerlo, son los «Ocho Versos a Arunachala» y los «Once Versos a Arunachala». El primer día las palabras de apertura de los Once Versos me vinieron de repente una mañana, e incluso si trataba de suprimirlos, diciendo: «¿Qué tengo que ver yo con estas palabras?», no fueron reprimidos hasta que compuse un canto comenzando con ellos, y todas las palabras fluyeron fácilmente sin ningún esfuerzo.

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